Un propósito

- Has vuelto. ¿Que quieres?
- Tu nunca me buscas, por lo tanto es necesario que yo lo haga.
- La verdad no lo es, enserio, no es necesario que lo hagas.
- Por lo que veo aun no quieres hablar.
- No. Y por lo que veo tu si quieres hablar.
- Te has estado comportando muy extraño, solo quiero sabes que es lo que pasa.
- Nada, no pasa nada.
- No te ves muy convencida. Vamos, da por seguro que te puedes sincerar conmigo. No le diré a nadie.
- No me preocupa eso, son otras cosas.
- ¿Como que?
- Como el echo de que siempre estas preguntando. Necesito relajarme un rato. Liberar la mente.
- ¿Y como esperas logras eso? Siempre estas pensado en como solucionar esto y aquello.
- Intento dar con el propósito de los problemas, todo tiene una razón y un propósito. Un perro tiene un propósito, un gato también, al igual que una silla, hasta las cosas mas sencillas tiene un propósito, un pincel, una servilleta, una flor, todo. Pero ¿las personas? ¿Que propósito tendríamos? somos egoístas, se nos facilita mas recordar las cosas malas que los demás nos hacen. Pero no es hasta que una persona esta muriendo que comenzamos a recordar que también ella a tenido buenas acciones hacia con uno mismo y los demás.
- El propósito de una flor es simple e invariable al igual que muchas mas cosas, el del ser humano es caprichoso porque es esclavo de la memoria. Hay que controlar los recuerdos con severidad. Y eliminar los improductivos.
- Decirlo es mas fácil que hacerlo. Hay cosas que no se pueden cambiar.
- Todo depende de como lo tomes. 
- Mucha gente dice que el cambio es bueno.
- El cambio no es bueno ni malo, simplemente no es lo mismo. Piensa un poco en eso y quizá puedas resolver los tormentos.

Olvidar es un arte.

- Y tú ¿que haces aquí?

- Necesito hablar contigo.

- No lo tomes a mal, pero, es extraño platicar contigo.

- Ya lo se, siempre es con la otra. Pero no te estorbare mucho. Solo quiero saber unas cosas.

- ¿Como que?

- Es necesario q...

- ¡NO PUEDO! lo siento no puedo hablar contigo, eres como esa maldita conciencia que siempre esta ahí para... molestar... no digo que seas una molestia, para nada. Solo que es incomodo. Nunca he sostenido una conversación real contigo o con los demás, solo conmigo. No sé si me explico.

- Si, entiendo perfectamente a que te refieres.

- Es demasiado problemático para mí.

- Acaso será porque nunca lo intentas.

- Por lo que fuese, si quieres aclarar dudas ya sabes a quien preguntar, y no soy yo.

- En parte lo eres.

- Pero no soy exactamente yo. Mejor ayúdame con unas cosas, necesito a alguien para terminar y tu ayuda me vendría bastante bien.

- Ayudarte no es mi trabajo dentro de tu cabeza. Es decirte que esta mal o que debes de mejorar.

- Entonces si eres como esa maldita conciencia.

- Soy más que eso, solo que aun no te has dado cuenta. Tienes la cabeza en las nubes.

- Pues si es así, déjame en las nubes cuanto tiempo sea necesario. Tengo cosas que olvidar y problemas que solucionar.

- Saca todo lo desagradable de tu mente, rechaza lo doloroso como lo arias con lo repulsivo y depravado. Olvidar es un arte.

- Vete y déjame seguir haciendo arte.

- Recuerda. Mantén los problemas y tormentos allá donde puedan ser olvidados fácilmente. Y si algún día te decides y quieres hablar ya sabes donde encontrarme.

Luz

¿Luz? La luz es útil si lo que ilumina causa dolor y sufrimiento. Mejor arrojar estas cosas a las obscuras profundidades del Leteo, el rió del olvido